Me llamó Jesús, malagueño criado en Madrid desde los 6 años. No tengo ningún recuerdo en el que no hubiera una guitarra en casa y mi padre o mi hermano mayor estuvieran haciendo algún tipo de música.
Sin cerrarme a nada ni dejar de aprender todo lo posible, a los 18 años comencé a escribir pequeñas letras de rap, hábito que he abandonado y recuperado en un buen número de veces. Después de casi 7 años del último trabajo con Malaka Bros, me pongo volver con más fuerza que nunca a un escenario para vaciar una parte de mi delante de quien quiera oirlo.