De lo más profundo y perdido de los rincones de Madrid, cuatro chavales se juntan para gritarle al mundo todas y cada una de sus penas.
Nacido en un pequeño zulo del barrio de Malasaña surge un nuevo proyecto llamado Dulce Desgracia, en el que Nadia (bajista y cantante), Arturo (batería), Miguel (guitarrista y cantante) y Santi (voz principal) se unen para representar esa relación que termina, ese trabajo que te asfixia y ese trauma del que no hablas con el objetivo de hacer un poco más dulces nuestras desgracias.