NACIMIENTO
Galerna son Mario, Miguel, Carlos, Lucas y Guillermo, pero también lo fueron, en algún punto, Pablo y Javier. La mayoría de estos jóvenes veinteañeros ya formaban parte desde hacía años de una cuadrilla de amigos de Bilbao que se unió por el surf y por la música. A partir de los dieciséis años, y junto con el resto de su recién nacida cuadrilla, los futuros músicos comenzaban a descubrir el mundo: discotecas y conciertos en Bilbao, viajes de surf a Cantabria y a Las Landas, noches durmiendo bajo las estrellas en las distintas playas de Vizcaya…
Galerna fue únicamente el paso natural.
Varios del grupo de amigos tocaban instrumentos. Entre ellos, destacaba Mario por venir escribiendo poemas y canciones desde los trece años. En cada viaje al viejo piso de los abuelos de Miguel en San Vicente de la barquera, se juntaban los amigos en la habitación “de la música”, decorada por un piano de pared y una vieja batería del padre de Miguel. Era entonces cuando, congelados por no tener calefacción pero felices por saber que al día siguiente habría olas, los amigos improvisaban muchas de las canciones de Mario y se prometían que algún día montarían un grupo.
Esto acabó ocurriendo años más tarde, en el 2021, cuando en plena pandemia, Miguel, Javier y Mario comenzaron a alquilar una sala en un caserón sobre la playa de Sopelana en la que comenzar poco a poco a tocar algunas canciones con la intención de grabar una pequeña maqueta. Con la ayuda de Pablo Idoyaga, esa primera maqueta tomó forma muy pronto, naciendo así: “Esta Noche es Mía”. El EP conseguía satisfacer las primeras curiosidades musicales de todos los miembros, así como las filosóficas o literarias de Mario. El cantautor de la banda, estudiante de Filosofía, había alcanzado la conclusión de que necesitaba escribir en términos costumbristas, que contasen de manera muy concreta lo que sentía, no sólo con el objetivo de enumerar sus sentimientos sin ton ni son, sino con la pretensión de reflejar críticamente la dialéctica psicológica de un lugar (Bilbao), típica de una sociedad muy concreta. Es por esto mismo que escogimos Galerna como nombre: un tipo de tormenta exclusiva el norte de España y del País Vasco, única de los días de calor bochornoso que acaban refrescándose a través de una tromba de agua peligrosa y unos vientos que han llegado a matar a muchos marinos. Las Galernas siempre han sido momentos en los que se han revuelto nuestros sentmientos de alegría y tristeza, obligados a guarecernos en algún portal descalzos, después de días calurosos surfeando o en la playa, preocupados por esa noche la fiesta se mantiene o no.
La idea en Galerna siempre ha sido, en muy resumidas cuentas, la siguiente:
“Sólo a través de la construcción de un mundo simbólico muy concreto se pueden tratar las cuestiones universales como el amor, la enfermedad, la frustración, la familia o la sexualidad.”
A primera vista, las canciones del EP no parecen reflejar tal complejidad intelectual pero eso es algo bueno, tanto para aquellos que dándoles un esfuerzo más han encontrado esa riqueza simbólica, como para todos esos que buscan algo más sencillo, pop y comercial. Los miembros de McEnroe se maravillaron al conocer el proyecto y permitieron a Galerna acompañarles en calidad de teloneros en su gira de los 20 años; todo un sueño si se tiene en cuenta que para varios de los miembros, McEnroe había sido su grupo favorito desde los 14 años.
VIAJE A ROMA
Firmes en sus convicciones estéticas pero con la curiosidad de hacer más exploraciones en lo musical, se dan varios cambios en la formación: entra como pianista Carlos y sustituye Lucas Gómez a Pablo Idoyaga en la batería y Guillermo Marbán a Javier Rementería en la guitarra – tanto unos como otros miembros de aquella primeriza cuadrilla de surfistas -. Ese mismo verano llevan a cabo algunos de los miembros de la banda un viaje en coche hasta Roma que les inspira a componer “Viaje a Roma”; un LP de hora y diez minutos que narra a modo de novela un viaje similar al suyo en el que se tratan temas como la pureza, la doble vara de medir, la falta de consideración con los demás, la amistad, el amor, el sexo y la familia. Las cosas que inspiran a Galerna a escribir sobre Roma fueron las películas de Paolo Sorrentino y, sobre todo, un viejo grupo olvidado de intelectuales bilbaínos “La Escuela Romana del Pirineo” (Rafael Sánchez Mazas, Ramón de Basterra…). Los cuales, de alguna manera, anhelaban una estética clasicista e italianizante para el triunfal Bilbao de los años 20. Desde Galerna se intenta reconstruir ese puente entre lo vasco y lo romano. ¿Acaso algo más bilbaíno que el comparar su botxo natal, su mínima ciudad de provincia, con la capital milenaria de Europa? Quizás es justa esta la labor de Galerna: dar un sentido universal y trascendente a su pequeño mundo de la costa, peleando con el resto de propuestas artísticas por convertirse en el centro de todo, en un icono atemporal.